Esta época de fiestas puede ser el caldo de cultivo perfecto para la depresión. Aquí te damos consejos para detectarla y algunos tips sobre cómo ayudar a quienes la padecen.
Entre posadas, cocteles, cenas, comidas y reuniones familiares es muy normal que la gente aparente estar de lo más contenta; sin embargo, algunos padecen de lo que se conoce como “depresión navideña”.
Una de las principales razones que incentivan la depresión es la ausencia de sol y de temperaturas cálidas, por ello, en países donde el invierno es realmente crudo la incidencia de este padecimiento es mayor. En México, por el contrario, las principales razones que originan que la gente se sienta deprimida en estas fechas son el pasar periodos festivos solos, las tensiones familiares o por la exigencia de atender tantos compromisos sociales. Otra de las posibles causantes de la depresión navideña es la falta de recursos económicos para gastar en todo lo que se desea: regalos, viajes, etc.
¿Cómo podemos detectar que alguien padece de “depresión navideña? Raymundo Calderón, director nacional de Psicología de UVM, menciona seis focos rojos:
- Mayor irritabilidad
- Aislamiento recurrente
- Llanto recurrente sin razón aparente
- Hipoactividad (baja actividad general)
- Sobreactuación, risa exagerada
- Cambios sensibles en la conducta, pensamiento y afectos
Si tú o alguien de tus allegados presenta algunos de estos síntomas, lo mejor es que acudan con un profesional. Ahora bien, si deseas apoyar a alguien que padece depresión en estas épocas, Calderón recomienda:
- Mantenerte cerca de la persona
- Evitar preguntarle sobre la razón de su tristeza o melancolía
- Ayudarlo a recordar épocas más alegres
- Fomentar ciertas actividades que generen la producción de endorfinas como realizar algún deporte, caminar al aire libre o pasar todo un día en contacto con la naturaleza.
Aprovechemos estas épocas navideñas para estar cerca de nuestros seres queridos, pero no únicamente para dar regalos y gastar hasta el hartazgo. El cariño y la solidaridad son el mejor antídoto contra la tristeza.
