Propiedades educativas de los videojuegos

A propósito del reciente lanzamiento del SNES Classic (una nueva edición del Súper Nintendo), te compartimos algunas propiedades educativas que pueden tener los videojuegos. 

 

Hoy día, son ya muchos los papás que han crecido con videojuegos o los han integrado a sus actividades gracias a la tablet o al celular. De ahí que la nostalgia esté haciendo del relanzamiento de viejas consolas como el Súper Nintendo, todo un éxito en ventas. Sin embargo, cuando se habla sobre videojuegos aún es muy común que se haga referencia a sus posibles efectos negativos (como mayor agresividad, adicción y aislamiento), y no a sus potenciales beneficios.

¿Sabías que en muchas instancias los videojuegos pueden tener efectos pedagógicos? Y no solo eso, sino que han probado poder ser tan efectivos en la transmisión de conocimiento que existe todo un mercado incipiente de juegos diseñados con fines puramente educativos.

El reto está en determinar qué cosas pueden enseñarte qué juegos, por lo que a continuación te compartimos algunas de las propiedades educativas que puedes encontrar en la mayoría de los títulos comerciales que componen la industria.

 

Desarrollo de coordinación óculo-manual (ojo-mano)

Una característica que comparten la mayoría de los videojuegos es que se controlan por medio de comandos que producen reacciones inmediatas en el entorno del juego, lo que obliga al cerebro a relacionar distintas combinaciones de botones con distintos tipos de acciones y acelerar sus tiempos de reacción. Dado que este tipo de coordinación es vital para nuestro desarrollo en la infancia y para toda clase de actividades en nuestra vida cotidiana, se puede considerar a la mayoría de los videojuegos como una forma de entrenar o ejercitar este aspecto de nuestra motricidad. Por lo mismo, existen instancias en las que algunos videojuegos han sido utilizados incluso como instrumentos de rehabilitación.

 

 

 

 

 Los juegos de peleas son algunos de los que mejor ilustran el empleo de habilidades de coordinación óculo-manuales.

 

Desarrollo de habilidades de motricidad fina y de orientación espacial

La manipulación mental de objetos de dos y tres dimensiones en un ambiente virtual en los videojuegos cultiva nuestras habilidades de motricidad fina y razonamiento espacial. En algunas instancias, como es el caso de algunos juegos para el Wii o el Nintendo Switch, permiten incluso utilizar el control como si se tratase de un objeto, potenciando las capacidades de activación cognitiva de esta actividad.

 

 

 

 Juegos como 1-2 Switch llevan la manipulación virtual de objetos al siguiente nivel.

 

Desarrollo de habilidades de resolución de problemas

Desde Candy Crush hasta la Leyenda de Zelda, la clave para avanzar en muchos videojuegos de distintos géneros es resolver problemas o “rompecabezas” de distintas maneras. Esto contribuye a que los jugadores desarrollen su creatividad, capacidad lógica y de toma de decisiones, pensamiento estratégico y anticipación de consecuencias; tanto más porque los videojuegos ofrecen una retroalimentación positiva inmediata cuando se logra un objetivo y aumentan de dificultad de manera gradual para manejar nuestros niveles de frustración.                           

 

 

 Este rompecabezas de The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Nintendo Switch (que además se resuelve usando controles de movimiento), es un excelente ejemplo de cómo los videojuegos pueden ejercitar la mente. De hecho, existen distintas maneras alternativas de resolver este ‘acertijo’ ¿puedes adivinarlas?  

 

Desarrollo de habilidades del lenguaje

En nuestro caso, no es de sorprenderse que muchos mejoren su inglés gracias a los videojuegos. Pero más allá de eso, incluso cuando se trata de juegos doblados al español, es un hecho que tienden a contribuir al desarrollo de un vocabulario más extenso y de habilidades de lectura. Ciertos géneros, como los juegos de rol o RPGs (role playing games), tienden a estar particularmente cargados de texto, diálogos, menús y literatura dentro del mismo juego.

 

 

 

 Franquicias como Dragon Age ponen tanto énfasis en el diálogo que demandan un alto nivel de atención y contribuyen a la expansión de tu vocabulario.

 

Ahora bien, es importante tener presente dos cosas. La primera es que cada juego es diferente y puede experimentarse de forma distinta por cada jugador; y la segunda que toda actividad en exceso termina por volverse nociva. La clave, como en todo, está en procurar balancear el tiempo de juego con otro tipo de actividades. Lo que sí es seguro es que se trata de un pasatiempo que, más allá de ser un mero entretenimiento, tiene un potencial educativo enorme y que apenas comenzamos a explorar.

 

Referencias:

 

  • Gee, James Paul. 2007. What video games have to teach us about learning and literacy.Revised and Updated Edition.New York [etc.]: Palgrave Macmillan.

 

  • Griffiths, M.D. & Hunt, N. (2002). The educational benefits of videogames. Education and Health.

 

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